El ingrediente principal de esta crema es la "Centella Asiática" una planta famosa por sus propiedades regeneradoras y calmantes. La Centella es ideal para pieles sensibles o propensas al acné, ya que ayuda a reducir la inflamación, minimizar rojeces y acelerar la cicatrización de las imperfecciones. La fórmula incluye también óxido de zinc, un potente calmante y antiinflamatorio, que al combinarse con la Centella potencia los efectos reparadores de la crema.

Su textura es densa y cremosa, pero no grasosa, lo que permite que se absorba sin dejar sensación pesada en piel. Su color blanco se debe al óxido de zinc, y aunque puede necesitar unos minutos para integrarse completamente en la piel, es ideal para aplicar en áreas problemáticas como tratamiento localizado.

Un tip: si tienes piel mixta o grasa, es recomendable usarla solo en zonas con imperfecciones, en cambio, si tu piel es seca o sensible, lo puedes aplicar en todo el rostro por las noches, para un efecto más calmante.

Los resultados son bastante notables, especialmente en cuanto a reducción de enrojecimiento y calmar granitos activos. Tras unos días de uso, notarás mejoría en tono de piel y en textura en general.

Su fórmula es libre de parabenos, aceites minerales y fragancias artificiales.

Si buscas un tratamiento local para calmar, proteger y mejorar la apariencia de la piel, esta crema es una apuesta segura. Eso sí, su olor es algo fuerte, como si fuese de árbol de té.

Contiene 30 gramos, su precio es de 19,45 euros y lo pueden conseguir en la web de Kokoroskin.

Espero que os haya servido y más si buscáis cremas efectivas a ciertas reacciones, nos leemos muy pronto💖